domingo, 7 de abril de 2013

Yo nunca he... tenido un familiar en la UCI

Es increíble como una sola llamada, un solo evento puede cambiar tanto el curso de las cosas.

Todo inició el día después de navidad, todos salimos a trabajar, como todos los días, mis papás se quedaron con mi sobrina, como todos los días, ellos salieron a hacer vueltas y diligencias, como todos los días, cuando de repente una de las frases más temidas por cualquier persona con un familiar con una afección cardiaca "me está doliendo el pecho", luego de tomar unos sorbos de agua y reposar un poco, intentó almorzar, al sentarse a la mesa, no quiso probar bocado, y fue en ese momento cuando mi mamá dijo "nos vamos ya mismo para urgencias".

Luego de dejar a mi sobrina al cuidado de unas amigas, iban en camino a la clínica, mi papá se quedó en la entrada de urgencias, mientras mi mamá parqueaba; en eso a él le hicieron ingreso y triage*, ella llegó a tiempo para recibirle sus elementos personales: gafas, billetera y argolla, él ingresó por su propio pié a la sala de electrocardiograma, en ese instante sufre un desmayo, y al no haber nadie pendiente, se cae, se golpea la cabeza y entra en paro cardiaco, por lo que los médicos deben actuar rápido y reanimarlo. Mientras todo esto sucede, sus hijos apenas estamos enterados que él no se estaba sintiendo bien, luego recibimos la llamada crucial: "venía infartado, entró en paro, se cayó y tiene una fractura en el cráneo", estas palabras tuvieron un efecto mágico y en menos de media hora ya estábamos todos en la clínica a la espera de qué le pasaba y cómo reaccionaría.

Sin miedo a equivocarme, esa ha sido la peor tarde de nuestras vidas, la incertidumbre, los millones de posibilidades de cualquier complicación. Al cabo de un rato lo llevaron a hacerle un procedimiento coronario, el cardiólogo encuentra que no tenía una arteria bloqueada, sino 3; sin embargo solo desbloquea la que le estaba causando el infarto. A la preocupación del infarto, el paro, la caída, la fractura y el bloqueo se le suma una nueva variable: el medio de contraste utilizado en el procedimiento puede afectar los riñones, especialmente a una persona que ya viene desde hace unos años con insuficiencia renal; finalmente lo suben a la unidad de cuidados intensivos cardiovasculares (UCICV) y al cabo de unas 2 horas, finalmente podemos entrar a verlos.

La médica tratante no nos da un panorama muy alentador, él está lleno de cables y tubos, ella dice que por el trauma craneal no se sabe como o sí se despertará, ante esta noticia se nos cae el alma a los pies. Una de las enfermeras nos pidió que lleváramos algunos implementos, y fui yo la escogida para volver, se los entregué con los ojos llenos de lágrimas y un nudo en la garganta, apenas pude pronunciar "se lo encargo mucho", ella me miró con cara de "hacemos lo que podemos" y nos fuimos a descansar, aunque eso es mucho decir, porque esa noche nadie durmió.

Al día siguiente 15 minutos antes de la hora de visitas en la UCI, mi mamá ya estaba adentro, entregando elementos de aseo que nos encargaron y visitándolo. Verlo como estaba fue algo para no olvidar, conectado a un respirador, amarrado para que no pudiera quitarse nada; le toqué el brazo, el abrió los ojos, suplicantes, se miraba las manos, pidiendo que lo soltara, yo impotente solo podía decirle que se tranquilizara, él apenas estaba saliendo de la sedación, estaba en un estado de semi-conciencia. Al cabo de una media hora, el médico tratante dio el visto bueno para quitarle el tubo del respirador, la esperanza crecía, otra buena noticia, luego de ver que estaba saliendo de la sedación, y respondiendo muy bien.

En la hora de visita de la tarde, ya había recuperado la conciencia, nos reconocía a todos, preguntó por las cosas que lo preocupaban: mi sobrina y el carro, al despedirse le dijo a mi mamá que él creía que esa noche tendría que quedarse ahí, él aún creía que era miércoles y que estaba en la sala de urgencias, no tenía ni la más remota idea de todo lo que le había pasado, ni de la noche que habíamos pasado, pensando que él no amanecía.

Esa noche, el panorama fue totalmente diferente.

*El TRIAGE es el método de selección y clasificación de pacientes que ingresan al servicio de urgencias donde se debe brindar una valoración rápida y ordenada para identificar enfermedades que requieran atención médica inmediata de aquellas que puedan esperar.





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