Luchando contra lo inevitable

Los humanos son seres de costumbres, son los hábitos lo que mantienen al humano cómodo y confortable, sin embargo detesta la monotonía (que bichos raros son los hombres); sin embargo hay algo contra lo que todos luchan tarde o temprano, sabiendo, pero sin querer creer que es una batalla perdida, y eso es contra los cambios.

Algunos dirán que son cuestiones de los astros, alineación de los planetas o algo así, sin embargo hay una fuerza, que está en el interior de cada uno, que los lleva a cambiar tarde o temprano el curso de sus vidas. Tomando ciertas decisiones, o bien, dejando que la vida misma las tome por ellos, dejando que los lleve “el destino” como una hoja en el viento.

Sin embargo hay ciertas personas, situaciones, que se resisten a cambiar, están congeladas en el tiempo, en momentos de estabilidad o de felicidad; sin darse cuenta que al aferrarse a los recuerdos y al pasado, se están limitando a ellos mismos, a tener nuevas experiencias, a crear nuevos recuerdos y momentos felices.

No toda costumbre implica monotonía y no todo cambio implica incertidumbre, el ser humano debe ser como el río, que se acomoda al camino, y absorbe todo aquello que toca, sin perder su identidad y su esencia.